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Los diferentes tipos de sesgo en las encuestas

Ya sea durante encuestas cuantitativas o estudios cualitativos, la recopilación de datos mediante preguntas a personas implica necesariamente interesarse por su funcionamiento psicológico. Así, la literatura científica en psicología muestra que la mente humana no es una máquina que siempre funciona racionalmente, ni siquiera objetivamente. De hecho, pueden aparecer muchos prejuicios cuando las personas tienen que expresar sus opiniones sobre diferentes temas.


En este artículo presentamos una lista no exhaustiva de estos sesgos y sus características. Con ejemplos, también te explicaremos las condiciones en las que es más probable que aparezcan en el contexto de estudios de opinión, estudios de marketing, calidad, encuestas de RRHH, etc.

 

I – Sesgos cognitivos en las encuestas

Los sesgos cognitivos se refieren a todo tipo de sesgos relacionados con el procesamiento de la información, que pueden ocurrir durante procesos como la atención, la toma de decisiones, el juicio, etc.


Aquí hay unos ejemplos:

 

a) Atención selectiva

La atención selectiva se refiere a no prestar la misma atención a toda la información que se presenta. Este sesgo cognitivo generalmente aparece cuando el individuo no tiene los recursos necesarios ni el tiempo para procesar la numerosa información que se le muestra, por ejemplo, cuando hay tiempo limitado para responder la encuesta en particular.


Por lo tanto, el individuo seleccionará cierta información en la que centrarse, mientras excluye otras que no serán, o serán menos, consideradas.


Por ejemplo, el individuo puede tender a centrarse en la información presentada primero (este es el efecto de primacía) o incluso en la información que se le presentó en último lugar (este es el efecto de recencia).

 

b) Sesgo de confirmación

El sesgo de confirmación es un sesgo cognitivo que surge del fenómeno de la atención selectiva. Sin embargo, se refiere más precisamente a la tendencia que tienen los individuos a procesar información que tiende a reforzar sus patrones de pensamiento, y a descartar aquella que les obligaría a modificar, o en todo caso a cuestionar, estos patrones.

Por ejemplo, durante los intercambios colectivos (grupo focal o taller), el sesgo de confirmación puede llevar a los individuos a no prestar atención a los argumentos de otros participantes que buscan defender un producto hacia el cual previamente han desarrollado una actitud negativa. El papel del facilitador consistirá entonces en lograr que los demás participantes consideren y reflexionen sobre las ideas expresadas por cada uno.

El sesgo de confirmación puede llevar a una persona a no prestar atención a los argumentos de otros miembros del grupo.
El sesgo de confirmación puede llevar a una persona a no prestar atención a los argumentos de otros miembros del grupo.

c) El Efecto Halo (o efecto contaminación)

El efecto halo, también llamado efecto contaminación, es un sesgo cognitivo que afecta la percepción de los individuos. Así, el efecto halo aparece cuando la percepción positiva (o negativa) de una característica de una persona o de un objeto tiende a contaminar la percepción de las demás características de esa misma persona u objeto, sin que éstas sean evaluadas estrictamente hablando. Además, este efecto también se ve impulsado por la necesidad de coherencia interna.


Por ejemplo, la primera vez que se encuentra con un candidato para una oferta de trabajo, la mención de sus estudios quizás le evoque un sentimiento positivo (prestigioso, estudios difíciles, competencia innegable del candidato, etc.) o negativo (demasiado cualificado, altas expectativas salariales, etc).


Este sentimiento corre el riesgo de distorsionar o contaminar tu percepción de todas las demás facetas de esta persona hasta el punto de verlas sólo a través del prisma de tu primera impresión de sus estudios.

 

II – Sesgos afectivos/sociales en las encuestas

Los sesgos afectivos y los sesgos sociales se refieren a todo tipo de sesgos que pueden ocurrir debido a las emociones que un individuo siente en una situación. Estas emociones pueden así ser moduladas por la presencia real o imaginaria de otros (dimensión social).


Aquí hay unos ejemplos:


a) La tendencia a aceptar

La tendencia a la aquiescencia se refiere a la tendencia de los individuos a sentirse atraídos por respuestas positivas (“Sí”, “Verdadero”, “De acuerdo”, etc.). Este sesgo afectivo generalmente ocurre porque a menudo es menos costoso cognitivamente aceptar o aprobar una afirmación, idea o punto de vista que desaprobarla. De hecho, la desaprobación o el desacuerdo despiertan más emociones negativas, que será necesario gestionar y, por tanto, requerirán más recursos cognitivos.


Este efecto puede surgir, por ejemplo, cuando las personas buscan ser educadas, comprensivas o porque la desaprobación tiende a percibirse como un indicador de no integración dentro del grupo. Este error sistemático de respuesta también puede verse exacerbado por una afirmación tendenciosa o cuando la redacción de la pregunta es demasiado sesgada.


Para ilustrar este sesgo emocional, tomemos el ejemplo de la siguiente pregunta:

 

“¿Las cualidades docentes te parecen imprescindibles para ser un buen docente?»

☐ Sí       ☐ No

 

Aquí aparece claramente la respuesta esperada por el entrevistador. De este modo aumenta la probabilidad de que los individuos respondan “sí”.


b) Sesgo de deseabilidad social

El sesgo de deseabilidad social se refiere a la tendencia de los individuos a expresar opiniones que creen que son socialmente deseables (gestión de imagen). Esto se puede observar en particular cuando los individuos tienen que informar la frecuencia con la que realizan comportamientos (comportamientos de compra, comportamientos de consumo, comportamientos prosociales, ecológicos, etc.).


Así, la deseabilidad puede llevar a los individuos a sobrevalorar conductas que perciben como socialmente deseables (prosociales, ecológicas o culturales, etc.) o a subvalorar sus conductas percibidas como socialmente indeseables (consumo de drogas, alcohol, conductas no ecológicas como no clasificar residuos, etcétera).

 

c) El efecto de expectativa

El efecto de expectativa es un sesgo emocional vinculado al sesgo de deseabilidad social. Describe la tendencia de las personas a dar respuestas no honestas, sino respuestas que consideran "buenas". Este efecto se producirá especialmente cuando los individuos estén poco involucrados en la tarea. De ahí la importancia de trabajar la motivación.


Por ejemplo, si bien existen muchos beneficios al utilizar panelistas para su encuesta, existe el riesgo de que respondan únicamente con el propósito de ganar una compensación monetaria y no porque se sientan intrínsecamente preocupados.

Una persona que no esté muy involucrada en completar un cuestionario no dará respuestas objetivas.
Una persona que no esté muy involucrada en completar un cuestionario no dará respuestas objetivas.

Estos efectos pueden verse exacerbados por otros mecanismos sociopsicológicos, como el fenómeno de sumisión a la autoridad, que es particularmente probable que ocurra en el contexto de entrevistas individuales o grupos focales. De hecho, en este tipo de situación, los encuestados se encuentran frente a una fuente experta (el facilitador) y entonces pueden querer complacerlo.

 

d) El sesgo de conformidad

Según el psicólogo Solomon Asch (1907-1996), el sesgo de conformidad de un sujeto o de un grupo de sujetos aparece cuando el individuo busca evitar el conflicto entre dos opiniones diferentes (una expresada por la mayoría, la otra por el sujeto en la minoría), y evitar ser rechazado por la mayoría.


Para Asch, el conformismo corresponde pues a un seguimiento en el que el sujeto que se conforma no se adhiere a las opiniones de la mayoría. Este es un seguimiento de conveniencia. En otras palabras, sabe que su opinión es la correcta, pero verbalmente sigue a la mayoría. El conformismo también se generaría por la falta de información, la presión normativa y el atractivo del grupo mayoritario.

 

Conclusión

Finalmente, existen muchos sesgos cognitivos y afectivos que pueden afectar las respuestas a una encuesta cuantitativa y cualitativa. Hemos presentado los principales que encontrarás con más frecuencia durante tus estudios. Ya sea mediante cuestionario o durante entrevistas físicas, existen, sin embargo, consejos para limitar estos sesgos y obtener las respuestas más precisas y objetivas posibles. 




 

Marion CHIPEAUX

Responsable de investigación en Le Sphinx

Especializada en psicología, Metodología de encuestas y Procesamiento estadístico de datos cuantitativos.


Después de varios años en el mundo académico como investigadora en psicología social en la Universidad de Ginebra, Marion Chipeaux se unió al equipo de Sphinx para poner sus habilidades metodológicas y su experiencia en el comportamiento humano al servicio de empresas preocupadas por optimizar y mantener la satisfacción. de sus clientes, así como el bienestar de sus empleados.


 

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